-Amigas por siempre- nos prometimos.
Yo siempre me preocupé por ti, y siento muchísimo que tú no lo hayas hecho por mí. Sé que me olvidaste en el momento en el que dejamos de hablarnos. Te quise muchísimo, eras parte de mi familia, de mi corazón… Fuiste la hermana que nunca tuve. Te fuiste, te alejaste de mí; por causas que aún no conozco. Cuando veía como te alejabas, quería decirte: "nunca te vayas de mi lado"; pero sabía que era demasiado tarde, demasiado tarde para decirte que no te vayas de mi lado. Te amé, y nunca te olvidaré. Debe-
rías saber que te llevaste una parte de mí. Tal vez te parezca ridículo o tonto que escriba una cosa así, pero tenía que expresarme de alguna manera. No puedo creer que haya pasado tanto tiempo (un año) y tratarnos como simples compañeras de curso.
Es triste entrar a ver tu perfil (Facebook) y ver fotos en la que aparecíamos juntas, momentos de locura y alegría que pasamos juntas. Ridiculeces que en ese momento no importaban, tristezas que compartíamos, ataques de risa que nos encantaban pasar siempre y cuando fuera contigo. Comidas que pasé en su casa, tareas que “plagiábamos” al mismo tiempo, estupideces que nos parecían de lo más gracioso, caídas en las cuales juntas nos levantamos, lágrimas que nos secamos, emociones que superamos, felicidad que compartimos y envidias que sobrepasamos… Todo eso se destruyó y tan solo queda-
ron como: recuerdos. ¿Por qué? Sigo sin entender, pero sé que por algo sucedió y de alguna manera cada una eligió ese camino. Hoy te miro, pero nada es igual, el que antes era un abrazo para saludarnos, ahora es tan solo un simple “HABLA”. No importa lo que pase después, pero de algo estoy segura – o eso creo-: Tu más que mi amiga, fuiste mi hermana, y a pesar de todo, quedarás en mis recuerdos.
Solo me queda agradecerte por tu tiempo.
